lunes, 24 de enero de 2011

El Director que tenía sueños....


Lo reconozco, soy un soñador incansable, inagotable, que le voy hacer, pero me gusta soñar e ilusionarme con lo próximo, con lo que vendrá, con lo que mejorará........

Pero ha llegado el momento de reflexionar sobre lo trabajado, sobre lo vivido en estos últimos 7 años como director del Centro. ¿Qué curioso?, pero ahora que reflexiono me doy cuenta que en estos 7 años rodeado de profesores, niños y padres, he aprendido multitud de cosas.

He aprendido que en educación, nada es imposible, que nuestra sociedad en la que vivimos alejados en muchas ocasiones uno de los otros, es muy diferente a la forma en la que se relacionan los niños, que cada profesor imprime rasgos importantísimos en el aprendizaje de un niño, que se ha perdido mucho de la cultura del esfuerzo, que la familia en ocasiones se aleja mucho del Colegio.........

La dirección me ha aportado muchas cosas como persona, me ha enriquecido en multitud de aspectos, pero sobre todo en la mirada sistémica que ha aportado a mi vida.

La dirección de un Centro, desde mi punto de vista se nutre de ilusiones, de pasión y de sueños por hacer posible un proyecto que sea real, innovador y sobre todo aplicable a los alumnos, que son nuestros grandes "clientes".

Es el momento de reflexionar, de pensar si el camino debe de seguir o mejor tomar otra salida.........
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3 comentarios:

Unknown dijo...

Ricardo, quizás si hay alguien que no PUEDE plantearse otra salida eres tu, ¿qué harían sin ti los preocupados padres de los niños que vienen detrás de los que ya este curso terminan en el colegio?. Creo que si bien es verdad que hay familias alejadas de los centros escolares también hay centros alejados de la familia y por suerte el que tu diriges no es uno de ellos.

Cristina Hernádez dijo...

Tu sueños tienen que seguir cumpliéndose en el Ciudad del Mar y como director. Todos te necesitan. Para los que hemos tenido la suerte de trabajar a tu lado, decirte que como tú difícilmente habrá otro.

javi dijo...

Cuando llega un momento en la vida que hay que tomar una decisión, porque no sabes si el camino se empieza a hacer estrecho y necesitas nuevas ilusiones,es uno mismo el que debe valorar todo y escoger continuar con energías renovadas o iniciar una nueva andadura profesional.Sea cual sea la decisión, lo que queda es el cariño de las personas que estuvieron a tu lado en ese recorrido y un grandísimo trabajo realizado en el transcurrir de los años.
La decisión que tomes será la acertada y para mi un placer haber podido desarrollarme profesionalmente y aprender en estos años.